José R. Palacios, Jeanne Arnal y Martín Arnal, en las jornadas celebradas en la FAL por el ’80 Aniversario del Exilio Confederal y Libertario’

El hombre es la naturaleza que toma conciencia de sí misma

Elisée Reclus

Nuestro compañero, además de amigo y hermano, Martín Arnal ha fallecido. Su cuerpo irá a la tierra o al fuego, no lo sabemos; pero su recuerdo, su humanidad y su lucha permanecerán intactas en nuestra memoria y perdurarán con su ejemplo de vida..

Aunque Martín era un apasionado tanto de su tierra natal (Angüés) como de acogida (Toulouse), la CNT de Huesca era para él algo más que un sindicato: su auténtica casa. Por eso, a pesar de los achaques asociados a la edad, seguía pasándose por el local, consiguiendo con su simple presencia que los presentes guardaran silencio para escuchar, no a quien pudiera representar una autoridad moral, sino a alguien que, con su trayectoria, era uno de los pocos testimonios vivos de las obras de la revolución social y libertaria. Ahora nos quedan sus memorias, así como los libros y documentos gráficos sobre su vida. No es, no será, lo mismo, pero no por ello le olvidaremos.

Martín solía repetir en sus recuerdos que, aunque los pobres no sabían leer ni escribir, y que fueron sus conclusiones las que les llevaron a organizarse y avanzar. Él, que había sobrevivido a su compañera Ángela y a tantas y tantos que se fueron antes, nos ha cedido el testigo. Que se luche, luchemos, por una sociedad más humana, más justa y más libre. No reblar: esa es su enseñanza y lo que le gustaría que siguiéramos haciendo.

El trabajo humilde que definió a Martín como obrero anarquista es el que le unirá a ese infinito donde se encuentran quienes llevaron un mundo nuevo en sus corazones. Querido compañero: que las montañas te servirán de colchón y el viento de sábana.  No te olvidaremos.

Secretaría de Cultura de CNT y Fundación Anselmo Lorenzo.

21 de octubre de 2021.