Esa Confederación Nacional del Trabajo, con toda su historia a cuestas, levanta las simpatías de sectores de la sociedad muy dispares y sirve de altavoz a muchos colectivos en lucha que, de una manera u otra, ven en la CNT una herramienta poderosa de acción sindical, social, cultural…; una organización que, fiel a sus principios revolucionarios, resulta irrecuperable para los intereses de un capitalismo adaptado al nuevo ciclo político.

Pero volvamos al mitin. Juan Gómez Casas, Secretario General de la CNT, agarra el micro en una tribuna que no se distingue del resto de las gradas. Los brazos del público asistente se alzan al cielo, haciendo el saludo que distingue al anarquismo. Otros levantan el puño. Frente a ellos —se aprecia en otra foto— el compañero Antonio Artero lo filma todo con su cámara. Y a la izquierda, de repente, se despliega una bandera palestina.

La porta una mujer. Desconocemos quién es, pero en otra foto de la serie la vemos sonriendo, como buena parte del público concurrente. La militancia libertaria, a pesar de abjurar de la creación de nuevos estados, se siente solidaria con la lucha de un pueblo aplastado por los intereses conjurados del imperialismo yanqui y el sionismo más reaccionario. Atrás han quedado los tiempos en que el movimiento libertario y militantes destacados, como Augustin Souchy, se interesaban por los procesos de socialización económica desarrollados en los kibutz, las comunas agrícolas israelíes.

Mucho después, en el XI Congreso de CNT, celebrado en Zaragoza en 2015, la organización haría explícito ese apoyo en los acuerdos sobre internacionalismo: «Muchos movimientos o frentes de liberación tienen un carácter nacionalista o estatista. Como anarcosindicalistas, no compartimos esa defensa o creación de nuevos estados, pero eso no impide poder apoyar luchas de pueblos oprimidos como el palestino o el saharaui». Un apoyo que, a día de hoy, se sigue haciendo explícito en las calles, en los actos solidarios y en las movilizaciones que piden el fin de la política criminal del Estado de Israel.