Cinematógrafo

Andrés Carranque de Ríos

(Espasa-Calpe, Madrid, 1936. 1ª edición)

Documento del mes

La primera vez que se lee a Carranque de Ríos surge una pregunta inevitable: ¿cómo es posible que no conociéramos antes a un escritor de este calibre? Porque, efectivamente, nuestro protagonista es un excelso desconocido. Y uno de los objetivos de esta reseña es, precisamente, dar a conocer a un magnífico escritor.

Carranque nace en 1902, en pleno Rastro madrileño, el mayor de 14 hermanos. Esos barrios de su niñez forman parte importante de sus obras, porque estamos ante un escritor rigurosamente autobiográfico, en el que vida y obra forman un solo cuerpo. A los quince años se fuga de casa y empieza su vocación de vagabundo. Ya nunca volverá a tener un domicilio fijo.

«Carranque pertenece a esa “otra” generación del 27, un precursor de la novela social, un neorrealista precoz, en la tradición de un Pérez Galdós o un Baroja. Pero él no escribe desde una posición de espectador, sino como implicado, desde dentro»

De simpatías anarquistas, tras el atentado contra Dato de 1921, Carranque escribe un manifiesto que le cuesta la cárcel. Una vez en libertad conoce a su primer editor, un huevero (anarquista), que le ayudará a publicar su primer libro, el poemario Nómada, del que se vendieron la asombrosa cantidad de cinco ejemplares. Posteriormente, el periódico La Voz publica su primer cuento, pero aún no puede vivir de la literatura, así que intenta múltiples oficios y acaba por probar fortuna en el cine, de dónde sacará su experiencia para la novela que nos ocupa. Poco después termina su primera novela, Uno, con prólogo de Baroja, publicándose en 1934 y convirtiéndose en un éxito inmediato. Sin perder un minuto, escribiendo en cafés y tabernas, empieza su segunda novela, La vida difícil y tras su publicación se lanza con la última y, probablemente, la mejor de sus obras, Cinematógrafo, publicada en 1936. El futuro parece espléndido, pero un cáncer fulminante de estómago acaba con su vida en octubre de 1936.

En cuanto a sus contenidos, Carranque pertenece a esa “otra” generación del 27, un precursor de la novela social, un neorrealista precoz, en la tradición de un Pérez Galdós o un Baroja. Pero él no escribe desde una posición de espectador, sino como implicado, desde dentro. Aunque retrate un mundo hostil, su obra tiene un gran punto de humor, de novela picaresca con toque amargo. Sus personajes son siempre seres fracasados: vagabundos, mendigos, prostitutas, presidiarios, buscavidas,…, pero siempre tiene para ellos una mirada comprensiva. No sólo denuncia la injusticia social, sino toda la ideología que apuntala el mundo y la causa. Es un provocador, que casi incita al lector a rebelarse, ya que sus personajes no lo hacen.

«El propio Mühsam, consciente del proceder de sus carceleros, logró advertir previamente a su compañera Zenls de que, pasara lo que pasara, nunca tomara como cierta la versión del suicidio»

La influencia más visible en Cinematógrafo sería el Manhattan Transfer de DosPassos. Novelas deudoras de Cinematógrafo serán Nada de Laforet o La colmena de Cela. Pero en nuestro escritor no existen quiebros tremendistas, no hay “tacos”, ni casticismos, ni vulgarismos y, aun así, no pierde un ápice de verismo. Su estilo es sobrio y elemental, pero a la vez directo y expresivo. Se mueve en un aparente caos narrativo, pero es un caos firmemente ordenado. Especialmente en Cinematógrafo el estilo es, obviamente, cinematográfico, a medio camino entre novela y guion. Da prioridad al fragmento, al relato corto y rápido de vidas sin aparente conexión, insertando recortes de prensa o anuncios que aportan realismo y agilidad a una gran novela.

Sin duda, la ruptura cultural que supuso la Guerra Civil, además de su temprana muerte, han influido en la “desaparición” de Carranque. Y siempre es un buen momento para descubrirlo, porque sorprende a todo aquel que se acerca.

Miguel Ángel Pérez

La edición de Cinematógrafo que se conserva en la Fundación Anselmo Lorenzo es la primera edición de Espasa-Calpe, de 1936. También se conserva un volumen de sus obras completas, publicadas por Ediciones del Imán en 1998.