DOCUMENTO DEL MES

La oportunidad brindada por parte de la FAL para disponer, ordenar, catalogar, organizar y estructurar el legado literario del poeta anarquista Jesús Lizano, está siendo una tarea monumental a la vez que agradecida. La montonera de papeles, legajos y libros es enorme, pero para este ‘Documento del mes’ nos hemos decantado por un pequeño cuaderno, a modo de diario, en el que Jesús ordenó con más que acierto casi la totalidad de su obra.

El cuaderno en sí es especialmente llamativo, aunque esté más que deteriorado, pues le falta el lomo, que está despegado, y las páginas —lo que tipológicamente se denomina tripa del libro—  están también despegadas y deterioradas. Sin embargo, la importancia o la curiosidad del mismo radica en su contenido.

En la guarda aparece el título del cuadernillo y, a lo largo del mismo, diferentes relaciones o índices, también registros de diversos diarios y la cronología de sus obras.

Respecto a las indicaciones de los diarios, se distingue la numeración, que, si bien no sirve para datarlos —pues no están fechados—, sí que sirve para saber al menos los bloques que los contenían. Estos diarios han aparecido en la clasificación de los papeles, todos ellos manuscritos.

Por su composición, tuvo que ser un documento más que importante para Jesús, pues, como se ha indicado, solo con él la creación poética de Jesús puede entenderse y organizarse. Aunque lo que más llama la atención es que, además de ser un índice de la obra de Lizano, también es una especie de álbum fotográfico, ya que en sus páginas hay bastantes fotografías, ya pegadas a las páginas, ya sueltas, tanto de Jesús como de objetos que para él tuvieron que ser importantes. De Lizano hay tanto fotos de carné como de momentos de asueto (en los que aparece disfrazado), de celebraciones o junto a su hijo. Otras parecen “robados” en los que el poeta está trabajando. Aparece mobiliario variado como lámparas, cerámicas o anaqueles de libros de su casa… También hay un retrato suyo. Interesa mencionar también que, entre las páginas, aparecen dos billetes de tren con un intervalo de diecisiete años entre ellos con destino a Ávila (ciudad donde el poeta pasó su adolescencia y que tanto, dicho por él mismo, le inspiró para sus primeras creaciones). Hay también una fotografía junto a Rafael Alberti, al que debió de visitar en su natal Puerto de Santa María.

En este cuaderno-diario está registrada su producción y, aunque únicamente lo esté por los títulos o epígrafes de sus diversos libros, sí que es cierto que con su estudio casi se puede reconstruir qué fue del poeta… en vida y obra, que en el caso de Jesús Lizano, viene a ser lo mismo.

Jorge Caballero – Grupo de Trabajo de la Delegación FAL de Aranjuez