DOCUMENTO DEL MES

octubre 2023


Mi revista

Número 13,
15 de abril de 1937

Hace más de dos mil años uno de los personajes del comediógrafo latino Terencio declaraba: “Soy un ser humano y nada humano me es ajeno”, una frase que puede aplicarse a la CNT en general y, más concretamente, al movimiento libertario durante la Guerra Civil. Porque si de verdad queremos completar la memoria histórica del anarquismo, junto al heroísmo y la épica, estamos obligados a recordar lo prosaico, lo cotidiano y hasta lo frívolo, que de todo hubo en la CNT de aquellos años.

Creo que ya es de sobra conocido el formidable esfuerzo que los anarquistas hicieron para difundir sus ideas y sus luchas a través de tantas cabeceras periodísticas y de sus propias editoriales a lo largo de los años 30 del siglo pasado. Pero tradicionalmente han quedado fuera del foco de nuestra atención otras publicaciones menos identitarias pero tan interesantes como Técnicos, de Madrid, o Mi revista, de Barcelona.

«Apareció el 15 de octubre de 1936 y, con periodicidad quincenal, publicó cincuenta y cuatro números, hasta diciembre de 1938, bajo el lema “Pensar alto, sentir hondo y hablar claro”; en 1946, acabada la Segunda Guerra Mundial, volvió a editarse brevemente en París por los exiliados españoles.»

«En un momento clave, cuando todavía se mantienen vivas las posibilidades de acabar con el fascismo en el campo de batalla, el acto se cierra con un ¡Viva la libertad!»

Esta última apareció el 15 de octubre de 1936 y, con periodicidad quincenal, publicó cincuenta y cuatro números, hasta diciembre de 1938, bajo el lema “Pensar alto, sentir hondo y hablar claro”; en 1946, acabada la Segunda Guerra Mundial, volvió a editarse brevemente en París por los exiliados españoles. Era un magacín –o sea, una revista dirigida al público en general-, muy bien impreso y con un diseño y maquetación vanguardista, en el que se daba tanta importancia a la imagen, con fotografías de Agustí Centelles o estampas de José Luis Rey Vila, como a los textos, con colaboraciones de Félix Martí Ibáñez, Aurelio Fernández, Magda Donato, Gonzalo de Reparaz, Ethera Artay, Felipe Alaiz o Ángel Samblancat.

Aunque se presentaba como una revista de combate antifascista pero plural, la presencia determinante del anarquismo en sus páginas era innegable, sobre todo porque Mi revista era, en muy buena medida, un proyecto personal de su director, el periodista Eduardo Rubio Fernández, un personaje singular, a caballo entre la bohemia, la delincuencia –estafó 30.000 pesetas al cardenal Ciriaco Sancha- y la militancia en la CNT. El subdirector fue Miguel Márquez del Castillo.

«Esa vocación de revista ilustrada de actualidad se traducía en la presencia en el número que presentamos de toda la realidad social del país; de un país en guerra pero también de un país vivo en el que convivían con naturalidad las actrices norteamericanas Carole Lombard -en la portada- y Jean Harlow con Francisco y Joaquín Ascaso, y Rabindranath Tagore con Margarita Xirgu»

Esa vocación de revista ilustrada de actualidad se traducía en la presencia en el número que presentamos de toda la realidad social del país; de un país en guerra pero también de un país vivo en el que convivían con naturalidad las actrices norteamericanas Carole Lombard -en la portada- y Jean Harlow con Francisco y Joaquín Ascaso, y Rabindranath Tagore con Margarita Xirgu. Y junto a informaciones de la actualidad en los frentes de combate o en la retaguardia revolucionaria se insertaba publicidad de la “crema líquida de pepinos Gemey” o del joyero barcelonés Ángel Grau.

Esta diversidad no se traducía en equidistancia o eclecticismo; desde Mi revista se revisaba toda la actualidad pero desde un prisma inequívocamente libertario, que llevaba, en este número, a presentar la película Sueños de juventud, protagonizada por Katharine Hepburn, como un ejemplo de lucha de clases o a protestar por la pervivencia de las carreras de galgos en la Barcelona revolucionaria.

Juan Pablo Calero

Mi revista. 15 de abril de 1937. Número 13. Archivo Fundación Anselmo Lorenzo.