DOCUMENTO DEL MES
Cuño tipográfico,
revista Mujeres Libres
En noviembre de 1964 se publicó el número 1 de la revista Mujeres Libres. Portavoz de la Federación de España en Exilio, en cuyo primer artículo de presentación se puede leer: «Dando curso a nuestras actividades a favor de la emancipación de la mujer, a iniciativa de las compañeras de “Mujeres Libres” de París y Londres, en conección (sic) con un grupo de compañeras inglesas, hemos decidido, después de hacer un estudio profundo y analítico de la escasa influencia que la mujer ejerce en los problemas fundamentales de la convivencia humana, iniciar la publicación de este boletín».
Así, veintiocho años después de que se publicara el primer número de Mujeres Libres en Madrid —meses antes de la sublevación fascista—, y a veinticinco años del fatídico triunfo del franquismo en España, un grupo de compañeras de la Federación de Mujeres Libres que se habían exiliado en París y Londres decidieron poner en marcha esta revista para «continuar y ampliar la obra iniciada» en 1936. Con una edición trilingüe en castellano, francés e inglés, pretendieron que la cabecera tuviera la mayor difusión posible y sirviera de espacio de debate, reflexión y encuentro en torno a la necesaria emancipación de las mujeres, siempre sin perder de vista la lucha contra el fascismo y el capitalismo —desde una perspectiva libertaria—, no solo en España sino también a nivel internacional, de ahí que el boletín llegara a distribuirse en distintos rincones de Europa y América Latina.
Formaron parte del equipo de redacción de los primeros números las compañeras Suceso Portales, Mary Stevenson, Pepita Carnicer, Juanita Nadal, Luz Continente y J. Smythe, equipo que fue variando a lo largo de los 47 números que se publicaron entre 1964 y 1976. Entre sus páginas también podemos encontrar colaboraciones de compañeros y compañeras del movimiento libertario repartidas por medio mundo; militantes que mantuvieron su actividad en pro del ideal ácrata a pesar de las duras circunstancias.
Hablamos, por tanto, de una pieza de incalculable valor, que refleja destellos del empeño con el que las mujeres anarquistas continuaron luchando a pesar de la derrota, a pesar de la migración forzosa y la diseminación de todas las integrantes de la Federación, a pesar de la desesperanza… Un ejemplo de constancia y determinación que sigue alentando nuestras ganas de luchar hoy día.