Documento del mes

A principios de año, recibíamos un paquete en la sede madrileña de la Fundación. Su remitente, la compañera Ida Herbera, que reside en Francia y continúa colaborando con la FAL en la medida de sus posibilidades. Ida Herbera es hija de dos militantes señeros de la organización, José Herbera y Mercedes Terrats, puntales ambos del exilio libertario en Francia.

La caja, que no era demasiado grande, contiene principalmente documentación orgánica, folletos y un puñado de carteles, hasta hace poco doblados, que ahora descansan desplegados en los planeros de conservación de nuestro archivo. Entre esos carteles, algo tocado por los filos pero en buen estado de conservación, una pequeña joya procedente del norte de África, el cartel al que hoy le dedicamos la sección El documento del mes.

El 1 de abril de 1939 marcó un antes y después en las vidas de cientos de familias antifascistas. Se cuentan por miles el número de compañeros y compañeras de la CNT y el resto de organizaciones del movimiento libertario que tuvieron que huir de España. Cruzaron los Pirineos o salieron de algunos puertos para escapar de la represión franquista, dejando atrás las ruinas de una revolución con la que habían soñado generaciones y generaciones de anarquistas.

Uno de esos puntos de llegada fue Argelia. El contingente de militantes pertenecientes al movimiento libertario que recalaron en el país norteafricano, procuraron reconstruir sus organizaciones, poniendo empeño en mantener las redes de solidaridad activas y los cauces vertebradores de la vida política confederal. Para ello sostuvieron, a pesar de las dificultades y la precariedad de medios, una actividad incansable; actividad que también implicó la producción de propaganda política como este maravilloso cartel.

Producido en Argel en 1946, el cartel lleva la firma del Secretariado General del Movimiento Libertario Español emigrado en África del Norte. En el cartel se hace un llamamiento a recordar la experiencia revolucionaria de 1936, saludando la resistencia guerrillera y animando a reforzar la lucha contra la dictadura franquista.

Hablamos, pues, de un cartel que da cuenta del compromiso militante de los compañeros y compañeras exiliados en el norte de África. Un exilio, sin duda no tan conocido como el francés, que sin embargo poco a poco va suscitando el interés de cada vez más investigadores e investigadoras.