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El V Congreso Confederal de CNT, que tuvo lugar en Madrid entre el 8 y el 16 de diciembre de 1979, fue el primero tras la dictadura y en él se pusieron las bases para el relanzamiento de una organización anarcosindicalista que, a pesar de las transformaciones sociales y políticas acaecidas desde 1939, se reafirmó en sus principios, tácticas y finalidades. También fue el comicio en el que las tensiones internas de la organización auspiciaron la escisión entre CNT-AIT y el sector que sería conocido como CNT-Congreso de Valencia (a partir de 1989, Confederación General del Trabajo).

Según los datos aportados por Pablo César Carmona en Transiciones. De la Asamblea Obrera al proceso de Pacto Social. CNT (1976-1978), publicado por la Fundación Anselmo Lorenzo en 2004, los 324 delegados y delegadas que acudieron al congreso, representaban a casi 30.000 afiliados y afiliadas, repartidos por cientos de sindicatos agrupados en trece regionales confederales.

Los carteles de congresos y grandes mítines de la CNT, desde mediados de los 70 a finales de los 80, suelen presentar abstracciones y juegos formales a partir del diseño de la enseña rojinegra original, supuestamente ideada en Barcelona por Juan García Oliver durante las jornadas de preparación de la manifestación del 1 de mayo de 1931. En este caso, el triángulo negro anarquista —el triángulo rojo sería el sindicalista— deviene en una suerte de cuña que agrieta una masa gris, que podemos interpretar de forma genérica como todo aquello que confronta la CNT en la consecución de su objetivo final: la implantación del Comunismo Libertario.

El diseño del cartel aparece sin firma y, como buena parte de la gráfica propagandística de las organizaciones libertarias de estos años, su autoría no es fácil de conocer.

Desde un punto de vista tanto formal como conceptual, el paralelismo con el cartel de propaganda del Ejército Rojo Golpead a los blancos con la cuña roja, creado en 1920 por El Lissitzky (1890-1941), es evidente, por lo que podríamos trazar una conexión entre ambas imágenes a través de una estética revolucionaria compartida.

Pablo España,
colectivo DEMOCRACIA