Documento del mes

Llevamos un tiempo sin actualizar nuestro espacio El documento del mes y ya va siendo hora de volver a las andadas… En esta ocasión, os hablaremos de uno de los carteles de nuestro fondo que más llama la atención de las personas que han visitado nuestro archivo o que, por un motivo u otro, se han interesado por nuestra colección de carteles producidos durante la Guerra Civil.

El cartel que hoy os presentamos, de autoría desconocida pero producido por la Sección de Propaganda de la Federación Local de Madrid de la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias (FIJL), se imprimió en la imprenta madrileña Helios, controlada por los trabajadores de la UGT, muy probablemente en 1937.

La protagonista del cartel es una bestia, identificable con la muerte —esqueleto y guadaña—, pero con un aderezo iconográfico que sorprende por la multiplicidad de referencias y lo bien integradas que quedan en la composición. Por un lado, encontramos los símbolos a través de los cuales el anarquismo representa a la burguesía opulenta —el monóculo y el puro— y al clero derechista, al que se alude con la mitra que cubre la cabeza del esqueleto. Es precisamente en este símbolo donde el cartelista ha incluido la esvástica de los nazis, sin cuya colaboración la victoria de los sublevados hubiera sido mucho más complicada.

Por otro lado, de la guadaña penden dos bombas, una adornada con el yugo y las flechas de Falange, y la otra con las fasces, símbolo del Partido Nacional Fascista que, en este caso, alude directamente a la intervención en la guerra de los camisas negras italianos. Precisamente, esa guadaña, que blande la bestia reaccionaria, ha llenado de cadáveres el solar ibérico ya no solo en 1936, sino también en 1934 (alusión a la durísima represión de la revolución asturiana de ese mismo año), como ilustra el cartelista incluyendo ambas fechas en las calaveras que descansan a los pies del esqueleto.

No sé nos puede pasar por alto que el mensaje iconográfico del cartel se completa magníficamente con la elección del mensaje Reinaré en España, vinculado al Sagrado Corazón de Jesús, y que proliferó masivamente en la España nacional durante los años de la guerra, estampado, por ejemplo, en los escapularios que solían portar los voluntarios carlistas y falangistas.

En definitiva, nos encontramos aquí con un cartel con una potencia simbólica difícil de igualar y que representa, pensamos que a la perfección, el increíble talento de los cartelistas al servicio de la causa antifascista.