DOCUMENTO DEL MES,

El pasado 21 de octubre, jueves, recibimos la noticia del fallecimiento del compañero Martín Arnal. La noticia de su muerte corrió como la pólvora por todos los foros, redes sociales y canales de información habitualmente utilizados por el movimiento libertario. Todo el mundo lamentaba profundamente la pérdida de uno de los últimos anarcosindicalistas que conocieron la Revolución Social de primera mano y que, a pesar de su carisma, siempre se consideró un militante más.

En la FAL tuvimos el gusto de contar con él en 2019, durante las jornadas que organizamos por el 80 Aniversario del Exilio Confederal y Libertario Español. En el transcurso de las mismas, no solo recibió un merecido homenaje como miembro destacado del grupo de exiliados anarquistas y anarcosindicalistas que recalaron en Francia, sino que conoció nuestra actividad de primera mano, visitando nuestras dos sedes, y valorando positivamente la exposición que organizamos con motivo del evento.

Precisamente, el documento que destacamos este mes es una de las piezas de nuestro archivo que formó parte de dicha exposición. Nos referimos al carné del Movimiento Libertario Español (MLE) en Francia que llevó en su bolsillo el propio Martín Arnal, un documento que data de diciembre de 1944 y que no es el único carné que conservamos de este militante inolvidable, pues también conservamos su carné de Solidaridad Internacional Antifascista (SIA); un carné, nos referimos a este último, que da cuenta de su ingreso en esta organización el 1 de abril de 1945.

Poco podríamos decir de Martín Arnal que no se haya dicho ya en estos días previos. Todos los compañeros y compañeras que lo han conocido en estos años siempre han reconocido la impronta positiva que su espíritu libertario, generoso y libre hasta la médula, ha dejado en sus vidas. Por nuestra parte, nos quedaremos siempre con la satisfacción de haberle rendido el homenaje merecido en las jornadas de 2019. Su imborrable testimonio, su ejemplo militante, su compromiso libertario y su gran humanidad, seguirán alimentando nuestras ganas de luchar por el mismo mundo con el que él soñaba. Será, de hecho, la mejor manera de seguir haciendo honor a su memoria.

Que la tierra te sea leve, compañero.