Entrevistas

Lucía Campanella

Entrevista a la investigadora Lucía Campanella,  curadora de la exposición Moldeadoras de la Idea. mujeres en la cultura impresa anarquista

Muy buenas, Lucia. Pasados unos meses desde la celebración del congreso y la exposición en nuestra Fundación, ¿con qué recuerdo te quedas de toda la vorágine organizativa?

 ¡Vorágine es la palabra correcta! Con María Migueláñez trabajamos mucho desde junio de 2023 para organizar el congreso, que son unos eventos que generalmente se planifican con un año de antelación, pero en nuestro caso contábamos con menos tiempo. En diciembre de ese año, a cuatro meses del congreso, sumamos la idea de la exposición en la Fundación Anselmo Lorenzo y a Jordi Maíz al equipo. Entonces esos últimos cuatro meses, desde fines de 2023, hasta el momento de la inauguración del congreso y de la exposición, en marzo 2024, fueron realmente muy intensos. Rescato de ese tiempo sobre todo el trabajo colaborativo con María y Jordi, que fue enriquecedor y placentero más allá de lo apurado que era todo. Hay que tener en cuenta que lo hicimos casi todo en línea, porque estábamos repartidos entre Madrid, Baleares y Barcelona (yo también pasé tiempo en Uruguay, entre tanto). Durante ese tiempo también contamos con la colaboración de la Fundación, en especial de Juan Cruz, de todos los autores y autoras de los textos del catálogo que trabajaron con muchas prisas, de nuestro maquetador José Luis Corrales, de nuestro impresor Israel Domíngues. Fue un esfuerzo mancomunado y a pesar de lo agotador, fue reconfortante saber que éramos muchos y muchas los que pensábamos que estos eran unos eventos importantes, a los que valía la pena dedicarles tiempo y trabajo.

Tanto el congreso como la exposición han servido para poner en común el trabajo de muchos investigadores e investigadoras que estáis rescatando el papel de las mujeres en el mundo del libro y la prensa anarquistas. Por nuestra parte, pensamos que es necesario que todo ese trabajo permee en la propia militancia anarquista actual. ¿Cómo piensas que se puede divulgar vuestro trabajo en foros no especializados con la investigación académica?

Es una pregunta clave. Hicimos ya varias cosas en este sentido, pero siempre se puede hacer más. Por ejemplo, ofrecimos una serie de visitas guiadas a la exposición y participamos en la feria del libro de Madrid en el stand de FAL, así como en la feria del libro anarquista de Bilbao, donde Sonia Turón presentó el catálogo. Hicimos también una entrevista para Píkara, que luego fue replicada en inglés en la web de Freedom. Nos hemos encargado de que el catálogo llegue a personas y bibliotecas de ámbitos variados, y seguimos distribuyéndolo cada vez que tenemos oportunidad. Con María ahora estamos en el difícil proceso de lograr editar dos libros a raíz del trabajo del congreso y uno de ellos lo hemos pensado como un libro dirigido a un público más general. Estamos abiertas a seguir conversando sobre esto cada vez que haya oportunidad, para llegar a más gente. 

El redescubrimiento del papel jugado por las mujeres históricamente en el movimiento libertario está siendo impulsado desde distintas iniciativas, siendo propiciado por colectivos muy disímiles que van desde el ámbito militante hasta el mundo académico. A tu modo de ver y aun a riesgo de resultar simplificador, ¿cuáles serían para ti los rasgos predominantes de las mujeres que, al menos hasta 1939, participaron en el mundo editorial anarquista?

Es difícil dar una respuesta de conjunto, pero creo que a partir de lo que hemos escuchado en el congreso y visto en la exposición Moldeadoras de la idea puedo decir algunas cosas, aunque no se apliquen a todas ellas. La primera, para mí, tiene que ver con el poder de la educación, considerando lo que estas mujeres lograron, ya sea con una instrucción básica o más esmerada, o siendo directamente autodidactas. Sin duda esta es una característica de todo el movimiento anarquista, pero no deja de asombrarme, porque hasta mediados del siglo XX el hecho de que una mujer fuera tanto o más educada que un hombre era algo inusual, para lo que tenían que darse una serie de coincidencias, pero sobre todo, una enorme voluntad de parte de ellas. Una segunda cosa sería la importancia de las configuraciones familiares y de pareja, del mundo de los vínculos en general. Muchas de estas mujeres fueron criadas en hogares anarquistas, o bien los crearon ellas luego. El hecho de que fueran parte de esas configuraciones, por un lado contribuyó a su formación, a su cultura política y a su capacidad de acción e influencia, pero también a su invisibilidad. Muy especialmente, en las parejas heterosexuales, hay varios casos de hombres y mujeres anarquistas que se potenciaron mutuamente, que hacían un verdadero trabajo de equipo, pero donde sólo, o primariamente, la figura del hombre es la que sobresale y se recuerda. Un tercer elemento podría ser cómo en la cultura impresa, que requería de personas que cumplieran diversas funciones, las mujeres hicieron valer lo que ellas sabían o lo que tuvieron que aprender por el camino, desde componer páginas, hasta cobrar suscripciones, escribir y traducir textos. En esa cultura impresa, tan central para el movimiento anarquista, se hicieron un hueco y la transformaron sustancialmente. 

 

«…el trabajo de búsqueda que se hizo en los riquísimos fondos de la Fundación Anselmo Lorenzo, con el apoyo fundamental de Juan Cruz. Un archivo que está lleno de tesoros, y las que nos acercamos allí nunca salimos con las manos vacías…»

Ya centrándonos en el maravilloso catálogo de la exposición, ¿cuáles son los aportes más importantes del mismo en el contexto de la bibliografía especializada en la relación entre las mujeres, el mundo cultural y el anarquismo?

Creo que el aporte se puede ver en dos niveles: el primero tiene que ver con el trabajo de búsqueda que se hizo en los riquísimos fondos de la Fundación, con el apoyo fundamental de Juan Cruz. Un archivo que está lleno de tesoros, y las que nos acercamos allí nunca salimos con las manos vacías, pero esta vez éramos tres personas, con conocimientos y expertises diferentes, de ahí que hayamos podido encontrar o recuperar objetos de archivo muy diversos, y complementarlos con algunos de nuestras propias colecciones, o con objetos cedidos por otras instituciones e investigadores. Es una manera de hacer vivir los fondos que no había experimentado nunca y que creo que logramos transmitir en el catálogo, donde parte de esos materiales seleccionados son reproducidos. El segundo aporte tiene que ver con haber convocado a especialistas en la cultura anarquista, muchos de larga trayectoria, y pedirles un tipo de texto peculiar: que fuera breve pero a la vez no centrado en un único caso, de un tema que pudiera tener un alcance casi que global en lo que refiere a las mujeres en la cultura anarquista. La mayoría de estos investigadores publican a menudo en diversos medios, lo distintivo fue tenerlos juntos, poder publicarlos en castellano y acompañados por las imágenes de la muestra.  

 

Tanto tú como los otros dos comisarios de la exposición, María Migueláñez y Jordi Maíz, lleváis trabajando mucho tiempo sobre temas libertarios en el marco de la investigación académica. ¿Cuál es el estado de salud de los estudios sobre anarquismo en el marco de la universidad? ¿Piensas que hay diferencias significativas relativas a lo anterior entre Europa e Iberoamérica?

En mi experiencia, que es menos larga que la de mis compañeros, el ámbito de los estudios anarquistas varía mucho de un lugar a otro y los que trabajamos en estos temas armamos redes porque no siempre tenemos cerca investigadores trabajando con temas afines. En mi universidad de origen, en Uruguay, hay un grupo de colegas que se viene dedicando a esto de manera muy sistemática, por lo que tuve mucha suerte de tenerlos cerca al comenzar. La cercanía con Buenos Aires ayuda mucho, porque hay allí otros investigadores, muchos vinculados al Cedinci, que se inscriben en una tradición de estudios anarquistas en el cono sur. Esta tradición viene de lejos, pero últimamente puede verse en la organización de congresos de investigadores que han tenido lugar desde 2017 primero en Argentina, luego en Uruguay, y en Brasil, el próximo es en 2025 en Chile. Todo eso habla de una buena salud del área, en un contexto en el que -no es quizás necesario recordarlo- hacer investigación es cada vez más difícil y las condiciones de trabajo de los universitarios son poco confortables, al menos en comparación con otros lugares. Conozco poco del desarrollo del campo en otras áreas de América Latina, por lo que no soy una informante calificada más allá de la región.

A nivel europeo no es fácil hacer generalizaciones porque cada país tiene su situación particular, que a veces es más bien lo que pasa en algunos departamentos o universidades. Puedo decir que este año se celebró el octavo congreso de la Anarchist Studies Network, en la universidad de Ulster, en Belfast, Irlanda. Esta vez no pude participar, pero por lo que he leído fue muy concurrido y con muchas presentaciones interesantes, sobre todo de reflexión sobre conceptos anarquistas. El año pasado, en el encuentro de Saint-Imier, pude ver también cómo individuos y colectivos investigan y transmiten sobre la historia más reciente del anarquismo. En estos ámbitos en general conviven investigadoras independientes y asociados a universidades. Y, más allá de disensos y diferencias entre los estilos de unos y otros, creo que hay un nutrirse mutuamente que es bueno y que vale la pena fomentar.

 Para finalizar, ¿puedes comentarnos con un poquito más de concreción cuáles son tus proyectos de investigación actuales?

En este momento estoy en el segundo año de una investigación financiada que tiene por objeto las traducciones literarias en la prensa anarquista de varias ciudades del espacio atlántico, en el momento del cambio de siglo. Es un tema que venía trabajando para la prensa rioplatense, y que intento ampliar ahora, usando herramientas de las humanidades digitales para poder abarcar un volumen importante de periódicos, en varios idiomas. Ha sido un desafío aprender a trabajar con ciertas herramientas y sobre todo incorporar la lógica del análisis a gran escala. En breve espero poder dar una idea de lo que vengo encontrando, y sacar algunas conclusiones generales que puedan ser de utilidad para las personas interesadas.

 

Muchas gracias.

¡A vosotras!

Moldeadoras de la Idea: mujeres en la cultura impresa anarquista, ha sido publicado por la Fundación Anselmo Lorenzo en 2024.