De forma paralela al congreso Editoras y traductoras más allá de las fronteras: mujeres en la cultura impresa transnacional anarquista (1890-1939), que tendrá lugar en el Campus UC3M de Puerta de Toledo (Madrid) entre el 19 y el 21 de marzo, en la sede madrileña de la FAL se podrá visitar la exposición Moldeadoras de la idea: mujeres en la cultura impresa anarquista (visitable desde el 19 de marzo hasta el 26 de abril).

Hablamos de una exposición, curada por las investigadoras Lucía Campanella, María Migueláñez y Jordi Maíz, que recoge materiales del archivo de la Fundación Anselmo Lorenzo y otros archivos públicos y privados, vinculados con el papel de las mujeres anarquistas en la cultura impresa libertaria previa a 1939.

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En el marco del importante desarrollo académico de los estudios anarquistas a nivel global, ha surgido un interés renovado por la cultura impresa libertaria (Madrid y Soriano 2012; Souza Cunha 2018; Yeoman 2022; Ferguson 2023), base sobre la cual se desarrolló de manera impensada el que es considerado como primer movimiento político transnacional (Moya, 2009). La cultura impresa anarquista fue masiva y enciclopédica y, en su afán por educar al humilde, tuvo la capacidad de circular textos de muy diversa índole: literarios, científicos, técnicos y, por supuesto, ideológicos, entre tantos otros. Con esta agitada actividad impresora y traductora, los anarquistas y las anarquistas fueron agentes pioneros y muy activos en la transferencia de saberes transnacionales. Participaron en redes de intercambio y producción de impresos que “globalizaron el anarquismo” (Prichard, 2022; Eitel 2022) en las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del siglo XX.

Paralelamente, y a pesar de que el rol que las mujeres jugaron en el movimiento anarquista ha sido revisitado en los últimos cincuenta años (Nash 1975; Rowbotham 1992; Enckell 2010; Pezzica 2013), hay aún mucho territorio por ser explorado en lo que respecta a la manera en la que las mujeres anarquistas o cercanas al movimiento participaron en esa cultura impresa. El movimiento anarquista abordó, desde sus primeros escritos, temáticas ligadas a la relación entre los sexos, a la familia y a la sexualidad. Muchas editoras y traductoras realizaron estas tareas con las miras puestas en ahondar en la igualdad práctica y teórica al interior y al exterior del movimiento, reclamando para las mujeres una misma educación y oportunidades de participación, reivindicando una idéntica pasión por la libertad y pregonando que las mujeres poseen ellas también condiciones y motivos para la lucha contra el estado. Este activismo impresor puede ser considerado “feminista”, con todas las discusiones que acarrea la utilización del término en contextos anarquistas (Barrancos 1990 y 1996).

La labor en tanto que editoras y/o traductoras de figuras femeninas clave del anarquismo internacionalista como Louise Michel, Emma Goldman, Lucy Parsons, Soledad Gustavo o Virginia Bolten así lo sugiere. Permite intuir la importancia de los vínculos entre mujeres, movimiento anarquista y cultura impresa. Junto a ellas, una pléyade de mujeres anarquistas, o cercanas a los medios anarquistas, destacaron en las tareas de editar, imprimir y traducir textos, libertarios y no libertarios.

La exposición que proponemos pretende continuar recuperando el papel que le cupo a las mujeres anarquistas en la edición y traducción de textos, volviendo a aquellas más conocidas y sacando del olvido a otras muchas.

Lucía Campanella (Universitat Oberta de Catalunya)

María Migueláñez (Universidad Carlos III)

Jordi Maíz (Universitat de les Illes Balears)