Enciclopedia del anarquismo ibérico

Miguel Íñiguez
4 tomos
3424 págs.
100.000 entradas, 6.000 ilustraciones
Vitoria, 2018

Precio 120,00 

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La Enciclopedia del anarquismo ibérico es ya un hecho tangible. Es la culminación, última y definitiva de un proyecto iniciado en los setenta que encontró su primera plasmación en unos cuadernillos artesanales publicados a principios de lo ochenta. Su segunda etapa, ya en forma de libro en torno a setecientas páginas, en el Esbozo para una enciclopedia histórica del anarquismo español, publicado por la Fundación Anselmo Lorenzo en el 2001. Su tercera en 2008, como Enciclopedia histórica del anarquismo español, dos mil páginas en tres tomos que por vez primera incluía bibliografía e ilustraciones. La actual en cuatro tomos, en torno a 3.500 páginas tamaño folio a tres columnas, alrededor de 100.000 entradas y cerca de 6.000 ilustraciones, completada con un CD en el que se inserta la bibliografía (por motivos básicamente económicos: su inclusión en papel nos hubiera llevado muy por encima de las 4.000 páginas con el consiguiente encarecimiento de algo ya de por sí muy costoso). Es como decir que dobla la versión de 2008 y con todo la sentimos incompleta, y lo seguiría siendo de contar con doble extensión porque el movimiento libertario reflejado, tan notoriamente distinto y peculiar, es inabarcable.

Miguel Íñiguez explica: «Si se me pregunta por las novedades que presenta esta Enciclopedia, respondería que muchas. En primer lugar son miles las entradas corregidas y completadas. Decenas de miles las entradas nuevas entre las que destacaría una notable presencia de militantes actuales (con trayectoria relevante), la inclusión de más, muchos más, de diez mil asesinados por la represión franquista y como seguramente más novedoso (y a ello alude el cambio de título) la incorporación del anarquismo portugués con sus organizaciones, militantes, periódicos y eventos. Subrayo esta incorporación, finalmente lograda, porque desde el comienzo del proyecto eso se pretendía, pero por razones que no vamos a exponer, quedó postergada. Los anarquistas peninsulares, en su inmensa mayoría, deseaban una sólida unión entre los territorios, por eso se creó la FAI (Federación Anarquista Ibérica), la FIJL (Federación Ibérica de Juventudes Libertarias) y se quiso crear la CIT (Confederación Ibérica del Trabajo) por fusión de la CNT española y la CGT lusitana,objetivo inalcanzado por la imposición en ambos países en los años veinte de sendas dictaduras».