Las
Juventudes Libertarias y el teatro revolucionario
Francesc Foguet i Boreu
Foguet
i Boreu, Francesc: Las Juventudes Libertarias y el teatro revolucionario.
Cataluña (1936-1939) (pr. Manel Aisa Pàmpols), Madrid,
Fundación de Estudios Libertarios Anselmo Lorenzo, 2002 (Cuadernos
Libertarios, 8),
115 págs. Precio: 7,5 euros.
Si
quienes han escrito sobre el anarquismo español durante la Guerra
Civil desde fuera del movimiento libertario han insistido muy especialmente
en su recurso a la violencia, aquellos que lo han analizado desde las
filas ácratas han incidido sobre todo en la acción revolucionaria;
pero se ha estudiado muy poco la ingente labor cultural desarrollada
por los anarquistas desde muy distintas instancias y traducida en múltiples
iniciativas. Y sin embargo, quizás allí se encuentre la
razón última de la fortaleza y pervivencia del movimiento
libertario hispano.
Normalmente,
los estudios sobre la vertiente cultural del anarquismo peninsular se
han detenido en sus aspectos pedagógicos, donde sobresale la
figura de Francisco Ferrer Guardia, o sobre su producción periodística,
muchas veces examinada como simple vehículo de formulación
ideológica o como expresión orgánica de las diferentes
agrupaciones libertarias. Pero en raras ocasiones la mirada del investigador
se ha detenido sobre la vasta labor cultural de los ácratas españoles,
ejemplificada en los Ateneos Libertarios, que aún están
esperando que alguien estudie y divulgue su importante papel en la reciente
historia de España, seguramente no muy inferior al desarrollado
por la Institución Libre de Enseñanza.
Dentro
del campo literario, el ojo crítico de los investigadores se
ha detenido sobre las novelas de autores ácratas y de temática
social que, publicadas por editoriales más o menos declaradamente
anarquistas, florecieron muy especialmente durante los años anteriores
a la Guerra Civil, con tiradas abundantes en colecciones numerosas por
sus títulos y su distribucción. Pero mucho menos se ha
escrito sobre la poesía de temática social o de referencia
libertaria y es todavía más escasa la investigación
sobre el mundo del teatro.
Por eso
es muy interesante y oportuna la publicación por la Fundación
Anselmo Lorenzo de esta obra que ahora comentamos, pues nos muestra
una parcela poco conocida de la tarea cultural del movimiento ácrata,
quizás por la falta de dramaturgos famosos específicamente
libertarios o por el carácter esencialmente efímero de
la representación teatral. Sin embargo, es casi imposible entender
hoy en día la enorme importancia que tuvo el teatro en la sociedad
española anterior a la llegada de la televisión y de los
demás medios de comunicación audiovisuales. En ciudades
y pueblos, en fiestas y celebraciones, por compañías profesionales
que hacían bolos o por grupos de aficionados, el teatro era una
de las actividades recreativas y culturales más concurridas y
difundidas y, por eso mismo, de las que mejor reflejaban en aquellos
años la aguda lucha social.
Sin necesidad
de insistir en el revuelo orquestado en torno al estreno de Electra,
de Benito Pérez Galdos, o en el escándalo provocado por
la representación de Casa de muñecas, de Henrik Ibsen,
o del Juan José, de Joaquín Dicenta, podemos afirmar que
el teatro sirvió como escaparate crítico de la realidad
social circundante, y rompió esquemas mentales al mostrar a los
hombres y mujeres de aquel tiempo, tantas veces aislados en sus pueblos
y aldeas, que sus ideas, anhelos e inquietudes individuales eran compartidos
por otros muchos.
Además,
en esas primeras décadas del siglo xx, época de vanguardias
culturales y de renovación escénica, tuvo una importancia
muy destacada el teatro revolucionario y el teatro considerado como
factor de la revolución social, una corriente escénica
renovadora que no fue ajena a la labor teatral de las Juventudes Libertarias
en Cataluña durante la Guerra Civil, que nos ofrecieron un magnífico
ejemplo de cómo la revolución no se limitó a trastocar
únicamente los aspectos económicos de la sociedad española,
pues abarcó a todos los ámbitos de la vida cotidiana.
La presente
obra de Francesc Foguet nos muestra un estudio bastante exhaustivo de
las representaciones teatrales del momento y presenta un catálogo
detallado de sus autores, lo que nos ofrece en su primer capítulo
la aparente paradoja de unas Juventudes Libertarias de Cataluña
ancladas en posiciones ideológicamente muy inflexibles, desde
las que criticaban el supuesto entreguismo de la CNT al reformismo estatal,
que al mismo tiempo representaban obras teatrales de autores que podían
ser considerados liberales y burgueses. Pero esta aparente paradoja
encierra una profunda coherencia ideológica libertaria, que por
su propia pureza anarquista poco o nada tiene que ver con el sectarismo
y el dogmatismo, situando a las Juventudes Libertarias en la línea
de la crítica que por entonces hacía Isaac Steinberg del
realismo socialista, que cuadriculaba la tarea cultural dentro de los
estrechos márgenes de la política partidista, frente a
la libertad plena que las JJ.LL. defendían en el arte y en la
vida.
Además,
fruto de esta opción teórica que ponía el acento
en la revolución social, las Juventudes Libertarias de Cataluña
ponían un énfasis muy especial en la labor de la retaguardia,
y allí es donde jugaba un papel especial la labor cultural, en
general, y teatral, en particular, pero sin caer en la chabacanería
ni en lo populachero, tan criticados por los jóvenes ácratas
como demuestra Foguet, que combatían recogiendo la herencia de
Romain Rolland y de Isaac Steinberg, pues este impulso de renovación
teatral bebía de las corrientes internacionales más vanguardistas,
y representando a Dicenta, Pérez Galdós, Casona, García
Lorca o Guimerà.
No queremos
dejar de mencionar el mérito de Francesc Foguet al rescatar del
olvido a figuras destacadas de nuestro pasado, como Rodolfo González
Pacheco y Guillermo Bosquets, y esperamos que este libro solamente sea
el primer paso para seguir profundizando en la acción cultural
del anarquismo en España, que los anarquistas impulsaron incluso
por encima de los fusiles y en medio de las batallas.
Juan
Pablo Calero