El
cuento anarquista
Litvak,
Lily: El cuento anarquista (1880-1911). Antología, Madrid, Fundación
de Estudios Libertarios Anselmo Lorenzo, 2003, 267 págs. Precio:
9,00 euros.
Publicado
por primera vez por la editorial Taurus en 1982, esta recopilación
de cuentos es el fruto del trabajo de Litvak. Animada por el impresor
anarquista Hermoso Plaja, Lily se adentró apasionadamente en
el estudio de la literatura libertaria de finales de siglo XIX y principios
del XX. Muy popular entonces, y hoy casi imposible de encontrar, incluso
en las mejores bibliotecas, fue el libro Dinamita cerebral, que recogía
«los mejores cuentos anarquistas de los más famosos autores»,
según indicaba el subtítulo. En lugar de una reedición,
Litvak optó por sustituir los cuentos anarquista de autores extranjeros
por los escritos por españoles. No todos los cuentos seleccionados
son anarquistas, como se nos advierte en el estudio preliminar, pero
sí tuvieron una gran influencia en el movimiento libertario de
esos años.
El
elenco de autores es diverso. Están los que podríamos
denominar profesionales, como es el caso de periodistas que vivían
de realizar esta labor, y los obreros de muy diferentes oficios que
procedían del pueblo y que en algunos casos no firmaban ni siquiera
con su nombre. Los textos fueron publicados originariamente en periódicos
anarquistas. Lo que prima en ellos es el contenido sobre la forma. El
predominio de esta sobre aquel era considerado por los obreros más
conscientes como literatura decadente. Lo importante era lo que se decía,
no la forma de decirlo.
Los
habituales enemigos de la acracia, el Estado, la Iglesia, el Ejército,
los caciques..., salen malparados en las situaciones que se describen.
La explotación, la opresión y alienación que sufre
el pueblo aflora continuamente a lo largo de las páginas del
libro. Esta denuncia es clave para la emancipación del proletariado.
Se trata de hacer consciente al trabajador de su situación para
poder alcanzar la libertad, para poder construir una sociedadjusta
e igualitaria. Algunos cuentos nos muestran de forma patética
las consecuencias de algunos trabajos, como es el caso del crudo cuadro
clínico del hidrargirismo que padece un obrero. Pero donde más
se incide es en la denuncia del sometimiento sexual de las jóvenes
de familia pobre a las apetencias del cacique. Los abusos sexuales del
burgués o patrón, dadas las necesidades económicas
del pueblo, son las consideradas más humillantes. A su vez, las
críticas van encaminadas a los matrimonios que se formalizan
por intereses económicos, donde el amor no existe y todo es infelicidad.
La libertad es básica y fundamental para el goce de la vida.
Se aboga por la emancipación sexual y el amor libre, contra la
institución matrimonial, ya sea eclesiástica o civil.
Frente al machismo y poligamia de algunos varones, hay cuentos que nos
muestran cómo la mujer afronta la situación actuando de
la misma forma: disfrutando con sus amantes y denuncian la hipocresía
moral de su marido.
Incluimos
en estas mismas páginas de Bicel uno de los cuentos de Azorín,
El Cristo nuevo, que ha sido publicado en reiteradísimas ocasiones
y que da a conocer la lucidez intelectual del joven anarquista de la
Generación del 98 antes de que abandonara la ideología
libertaria y de que José Martínez Ruiz empezara a escribir
bajo el seudónimo por el que hoy es conocido por todos.
Otras
firmas conocidas que escribieron cuentos, también incluidos en
esta selección, son: Pi y Margall, Federico Urales, Anselmo Lorenzo
y Julio Camba. El cuento más extenso, el último de la
antología, es de Ricardo Mella, el más prestigioso ideólogo
anarquista español: Utopía. Un elogio de la emancipación
a través del avance técnico que hoy puede sorprender a
aquellos libertarios que consideran la utilización de la máquina
como la propia y misma causa de la alienación humana.
Amador