Anarquismo
para principiantes
Mayer,
Marcos: Anarquismo para principiantes, (ilustraciones de Sanyú –Héctor
A. Sanguiliano–), Buenos Aires, Era Naciente, 176 páginas.
Un libertario
amigo mío dice a menudo una acertada frase: «Menos Bakunin y más Mortadelo».
Con esta expresión no es que esté despreciando al genial ácrata ruso,
sino que apunta a la necesidad de llegar con medios didácticos y amenos
a esa mayoría de la sociedad que desconoce el anarquismo, y que con
seguridad se sentiría más interesada si los/las anarquistas fuésemos
capaces de comunicar nuestras ideas con un lenguaje más cercano y con
nuevos medios más acordes con estos tiempos. El libro Anarquismo para
principiantes, editado en Argentina, es un buen ejemplo de cómo acercar
la complejidad de las ideas y experiencias anarquistas a un público
mayoritario que es reacio a las lecturas pesadas de alto nivel intelectual.
Es una obra muy atractiva en su presentación, pues en sus más de 170
páginas no tiene ni una sola hoja sin ilustrar. Con textos breves pero
fieles a las ideas que sintetizan, el autor Marcos Mayer (que intuyo
que es ajeno a nuestro movimiento) va desgranando la historia del anarquismo
y sus planteamientos ideológicos. Utilizando claves del lenguaje cinematográfico
y del cómic (de hecho el libro es más bien un cómic bien informado),
Mayer y el ilustrador Sanyú comienzan llamando la atención en las primeras
páginas con el título «El anarquismo vuelve a vivir», planteando la
cuestión en la más rabiosa actualidad del siglo xii (caída del Muro
de Berlín, globalización, últimos movimientos sociales), señalando el
renacimiento del anarquismo en los tiempos presentes. A continuación,
el libro se retrotrae hacia los orígenes de la acracia, situándola en
la historia, y planteando su recorrido: Proudhon, Bakunin, Tolstoi y
Kropotkin (exponiendo magistralmente sus ideas sintetizadas con maestría),
la Primera Internacional, la Revolución española, etcétera. También
relata con eficacia los episodios más conocidos del anarquismo argentino,
y acaba aterrizando en los últimos acontecimientos y movimientos en
que el anarquismo ha tenido impacto: el Mayo del 68 francés, el situacionismo,
el punk… Anarquismo para principiantes es un texto muy apropiado para
adolescentes tanto por la agilidad textual que hemos nombrado, como
por la posibilidad que ofrece de leer solamente los «bocadillos» que
acompañan a las ilustraciones con diálogos divertidos e intensos. Es
decir, para aquellos/as «vagos/as» a los que no les gusta leer más de
dos páginas seguidas, está la opción de leer de soslayo el texto central
e ir directamente a la historieta. En un par de horas puede leerse entero
el libro. Solamente tengo que señalar un par de errores de datos históricos
que he localizado en el texto: confunde al italiano que envió Bakunin
a España para difundir las ideas internacionalistas, Giuseppe Fanelli,
con Anselmo Lorenzo (página 54) y se equivoca con la fecha de la Semana
Trágica de Barcelona cuando habla de Ferrer i Guàrdia (dice 1903, cuando
fue en 1909, página 88). Pero estos son errores menores que se nos hacen
evidentes para los que vivimos en tierras ibéricas, perdonables por
el hecho de que el autor es argentino. Sin embargo, para el caso del
anarquismo en Argentina, Mayer conecta con precisión la tradición libertaria
de ese país con los recientes acontecimientos en su contexto de las
asambleas barriales y las fábricas autogestionadas. También encuentro
discutible la inclusión en Anarquismo para principiantes de pensadores
como Foucault y Deleuze, pero puede justificarse su presencia en el
libro por aquello de que son casi «primos hermanos» nuestros. Además,
echo de menos unas referencias bibliográficas al final para seguir leyendo
sobre anarquismo. Por último, sólo me queda recomendar otros títulos
de la colección Para Principiantes que se rigen por el mismo criterio
didáctico: Anticapitalismo para principiantes (de Ezequiel Adamovsky)
y Chomsky para principiantes (de David Cogswell). Hacen falta manuales
como éste, que salvo honrosas excepciones (como Anarquismo básico y
Anarcosindicalismo básico), todavía no se prodigan en nuestros círculos.
Así que ánimo: que no falte un ejemplar de Anarquismo para principiantes
en cada ateneo libertario y en cada instituto de Secundaria; y que nuestros/as
compañeros/as ilustradores/as se animen a producir más obras como ésta.
Francisco
José Cuevas Noa