· Editorial
 · Nuevo local
·· para la FAL
 · Los archivos del
·· CIRAS de Bégles
 · Donaciones
·· económicas
 · Congreso de Historia
 · Democracia y
·· sindicalismo
·· de Estado
 · Voces anarquistas
 · Cartas del exilio
·· libertario
 · Transiciones
 · Suplemento al
·· catálogo
 · La CNT durante el
·· franquismo
 · A la revolución por la
·· cultura
 · Estatutos de la FAL
 · Tiempo y dinero
 · Los anarquistas
 · O anarquismo
·· na Galiza
 · Dizionario biografico

 · Errico Malatesta

 · Madrid Rojo y Negro

 · La Guerra civil a
·· Catalunya 1936-1939

 · Los días de llamas
 · Francesc Ferrer i
·· Guardia
 · Ramóna Acín
 · Madrid en guerra
 · Discurso y
·· agitaciones
obreras
 · El único y su
·· propiedad

 · Anarquismo paera
·· principiantes

 · Histoire de
·· l'Anarchisme
 

Voces anarquistas
Historia oral del anarquismo en Estados Unidos

Avrich, Paul: Voces anarquistas. Historia oral del anarquismo en Estados Unidos (trad. de Antonia Ruiz Cabezas), Madrid, Fundación de Estudios Libertarios Anselmo Lorenzo, 2004, 816 págs. Precio: 25,00 euros.

Los EE.UU.
Escribir un libro sobre la historia del anarquismo en un país debe de ser difícil. Pero coordinar a doscientas personas para hacerlo –y que además esas personas sean protagonistas o testigos de los acontecimientos– es una proeza, que redunda en lujo para los lectores. Si el país elegido es los Estados Unidos de Norteamérica, considerado como el enemigo tradicional de los movimientos progresistas y como la bestia parda que destruye cualquier atisbo de libertad en beneficio de sus intereses económicos, la situación es, como poco, curiosa.
En realidad los Estados Unidos de Norteamérica fueron ya a finales del siglo xviii el primer país demócrata de la Edad Moderna y a finales del xix una tierra de promisión para emigrantes europeos; y entre ellos gran parte no sólo buscaban una vida menos miserable, sino que también llevaban consigo el germen de un mundo más justo e igualitario. Por encima de la primera avalancha poblacional de anglosajones protestantes –que conformaron las actuales estructuras básicas de la sociedad norteamericana– y aparte de las otras dos emigraciones –la africana, obligada, y la hispana, lenta y tardía– fue llegando a los EE. UU. una continua aportación de irlandeses, italianos, judíos, eslavos, alemanes, escandinavos, etcétera. Entre ellos también pasó el charco el espíritu libertario, que tanto sufriría por enfrentamiento con los primeros pobladores europeos, anulados los autóctonos por aniquilación y agotamiento.

Investigación oral
Esa es la historia que recoge el libro de Paul Avrich, no por boca propia, sino del máximo número de protagonistas y testigos que consiguió implicar en el proyecto. El método de la investigación oral en la historiografía sólo ha conseguido imponerse en España en las últimas décadas. Por lo que se refiere a la historia de la Guerra Civil, por ejemplo, se ha desarrollado sólo a finales de siglo, cuando la mayoría de protagonistas o testigos directos de acontecimientos relevantes ya habían muerto. Por eso, el intento de Avrich, una reconstrucción de lo que sucedió en los EE. UU. y de lo que hoy no queda casi nada, supone un loable intento de recuperación antes de lo irremediable.

El título de la obra no podía ser otro y es bastante significativo. El Voces... alude a esta metodología de historiografía oral. El …anarquistas implica que, a pesar del subtítulo, no estamos ante una reconstrucción del anarquismo, sino ante un intento de resurrección de los anarquistas como personas, como individuos, como hombres y mujeres, que en su calidad de tales protagonizaron unos hechos trascendentales que podrían haber hecho cambiar el curso de la historia y con toda seguridad sí hicieron cambiar al menos el curso de la evolución humana.

Las entrevistas se han agrupado en seis bloques por épocas o por etapas revolucionarias. Muy lógico para que la visión de conjunto no se nos haga caótica. De los seis bloques, tres muestran una coherencia especial, que nos da quizá la idea general y el factor común de las muy distintas tendencias y procedencias de estos anarquistas, que intentaron una sociedad distinta. Un bloque está dedicado a Emma Goldman y no porque fuera una figura señera de la época de fuerte arraigo propagandístico, sino porque en realidad ella fue la consecuencia de esa época, de ese ambiente de emigrados y norteamericanos liberales, que lo dieron todo por la difusión de la idea.

Otro bloque gira alrededor de las figuras de Sacco y Vanzetti, no sólo porque fueran asesinados por sus ideas en la más hipócrita de las arbitrariedades, sino porque también ellos surgieron de los medios sindicalistas y anarcosindicalistas, que tan fuerte prendieron entre los emigrantes italianos. Un tercer bloque desarrolla el tema de las escuelas y colonias, llevadas a cabo principalmente por anarquistas judíos, que tanta repercusión proporcionaron en cuanto a que demostró frente a los escépticos la capacidad organizativa del movimiento anarquista y, hoy diríamos, alternativo.

Información de primera mano
El que acontecimientos y personajes se estudien no a través de los documentos, como hace la historiografía tradicional, sino a través de los testimonios orales, no nos da necesariamente una visión objetiva más real y verídica, que a veces también, sino sobre todo una visión directa, personal y humana a cargo de los mismos que lo vivieron. La intrahistoria, que decía Unamuno.

En esa intrahistoria todo tiene valor. Están mezcladas las relaciones de determinados personajes con grandes figuras, como Kropotkin, con detalles aparentemente de menor significado, como las condiciones laborales de los emigrados, la descripción de su integración en la sociedad norteamericana, la organización de conferencias, etcétera. Desde el intento de «ejecución revolucionaria» del presidente de los EE. UU. hasta las discusiones sobre los procedimientos pedagógicos en las colonias, todo es sometido a la óptica colectiva de manera que decenas de implicados dan su visión de los hechos, intentando una concepción libertaria de los asuntos.

Todo vale y de todo se puede aprender. Por lo tanto no menos valor tienen a veces detalles mínimos de la vida de los protagonistas, su vida amorosa, sus manías, sus defectos, etcétera. Las alusiones a las numerosas ideologías o formas de pensar o sentir que se entrecruzaron en la época nos arroja luz sobre la complejidad de la construcción de una teoría revolucionaria. Se desvelan detalles como la relación del grupo de Emma Goldman con los comienzos de la Revolución rusa o las relaciones del anarquismo de los emigrados con los ambientes liberales norteamericanos o con algunas sectas religiosas. Las diferencias entre distintas tendencias y sobre todo entre militantes debe hacernos recapacitar sobre las consecuencias de las acciones o incluso de la actitud de quien se cree en posesión de la verdad absoluta, por muy activista que sea. O quizá precisamente por eso.

La edición
Desenterrar todo este tesoro ha sido un acierto por parte de Avrich y pasarlo a nuestro entorno motivo de aplauso por parte de la FAL. Tantas entrevistas de informantes tan distintos en edad, pensamiento, origen, etcétera, tantas alusiones a detalles y ambientes tan diferentes conforman un conglomerado difícil de armonizar æeso lo consigue Avrichæ y difícil de traducir a menudo, pues se trata de doscientas voces diferentes que tiene que entender un lector único æy eso lo consigue la excelente traducción de Antonio Ruiz, que a veces se enfrenta con detalles difíciles de llevar a nuestra realidad española o hispanaæ.

Se podría haber intentado una contextualización, una mayor cobertura de información adicional, que ayudara al lector menos conocedor de la realidad norteamericana de principios de siglo o incluso alguien podría haber escrito un epílogo que nos transportara todo este riquísimo material al siglo XXI, pero la obra ya consta de más de ochocientas páginas y la información de notas al menos soluciona las dudas más instantáneas. Para quien necesite una información más especializada, se aporta una nutrida bibliografía que abre caminos a cualquier investigación más detallada. En cuanto a las conclusiones, son tan infinitas que tendrá que ser el lector el que las saque por sí mismo.

Enhorabuena a todos los que han participado en este proyecto, desde el primer anarquista que pisó tierra norteamericana hasta el último joven que atienda un puesto de venta callejera en donde se vendan estas Voces anarquistas.

Kritikemulo

 

2004 Fundación de Estudios Libertarios Anselmo Lorenzo l Contacto: fal@cnt.es