Otoño
alemán
Stig Dagerman
Dagerman,
Stig: Otoño alemán, Barcelona, Octaedro, 2001 (Límites,
8) Precio: 9,00 euros.
¿Qué
es más inmoral: robar, comerciar en el mercado negro, prostituirse
o no hacer nada de eso y dejarse morir de hambre y que mueran también
de hambre los hijos de uno?
Stig Dagerman
se hace esta pregunta mientras recorre los escenarios de miseria y de
humillación de la Alemania de 1946. Entre las ruinas de las ciudades
arrasadas -no menos que Coventry o Guernica- desfilan, a través
de las crónicas de este lejano compañero sueco, corresponsal
de Expressen, el rencor, el odio, la desesperación de los vencidos,
sus hambres, sus peleas por un saco de patatas, la desaparición
de la vergüenza, el vivir porque aún hay menos razones para
morir, el subsistir
a manotazos
"Hemos
llegado a una parte de un barrio de Hamburgo en la que por suerte los
sótanos se han salvado. Las casas se derrumbaron pero los techos
de los sótanos han aguantado y eso significa un techo para cientos
de familias sin casa [
] A este soldado desmovilizado, si se le
reprocha por comerciar en el mercado negro, responde: -Tengo de subsidio
45 marcos al mes. Alcanza para siete cigarrillos [...] Una juventud
que había conquistado el mundo a los 18 años, a los 22
ya lo había perdido todo". Porque el sufrimiento merecido
es igual de duro que el inmerecido, se siente igual, de la misma manera
extremadamente concreta, en el estómago, en el pecho, en los
pies.
Por estos
escenarios sobrenadan los tragicómicos muñecos de guiñol
de los fiscales depuradores de los nazis, de los ciudadanos a los que
enseñan a vivir en la democracia de los partidos, de las luchas
internas de estos mismos partidos
El libro es apasionante y se
lee de una sentada. "Recuérdalo tú y recuérdaselo
a otros". Puede ser un remedio no desdeñable ante este fascismo
institucional que se nos viene encima.
Sebastián
Clavijo