El
anarquismo en España
75 aniversario de la FAI
Durante
los pasados días 29 y 30 de noviembre y 1 de diciembre de 2002
hemos recordado el 75 aniversario de la fundación de la Federación
Anarquista Ibérica (F.A.I.) con la celebración en Guadalajara
de un Congreso de Historia sobre "El anarquismo en España".
En él han participado un amplio grupo de investigadores que han
analizado al movimiento libertario hispano con diversas perspectivas
y desde diferentes disciplinas, llegados desde todos los rincones de
la península y desde otros puntos de Europa y América.
En primer
lugar, se ha podido comprobar el renovado interés que sigue despertando
la historia del anarquismo hispano, que se traduce en la constante elaboración
de numerosas Tesis Doctorales; una curiosidad actualizada que se plantea
nuevas cuestiones y que evalúa con ojo crítico la historiografía
clásica de los pioneros que, hace ya tres décadas, comenzaron
a estudiar con rigor y objetividad al movimiento libertario.
En segundo
lugar, hemos constatado lo mucho que falta por hacer, pues aún
quedan cabos sueltos, entre los que cabe destacar la relación
del anarquismo hispano con otras corrientes ideológicas (analizada
en sus ponencias por Javier Paniagua y Jesús López Santamaría
y en su comunicación por Elena Sánchez Gómez) y
con las organizaciones libertarias internacionales (tratada en las comunicaciones
de Jason Garner y Ferdinando Ramos Pereira). Tampoco está completo
el estudio de la geografía del anarquismo español (que
conoció en este Congreso la aportación de las comunicaciones
de Irma Fuencisla Álvarez Delgado y Ángel Luis López
Villaverde y de Eliseo Fernández) o de la cronología más
reciente del anarquismo organizado (estudiado en la ponencia de Miguel
Íñiguez y la comunicación de Ángel Herrerín).
En tercer
lugar se pudo comprobar una vez más el carácter poliédrico
del anarquismo peninsular, que no puede ser reducido a un simple movimiento
político, pues nos olvidaríamos de su faceta social (desarrollada
por Francisco Madrid en su ponencia) y de su vertiente cultural (resaltada
por la ponencia de Susana Tavera y la comunicación de Sonya Torres).
Ni tan siquiera desde el punto de vista ideológico y organizativo
podemos hablar del anarquismo hispano como un bloque monolítico,
más bien ha quedado en evidencia la naturaleza esencialmente
heterogénea del movimiento libertario (reflejada en las ponencias
de Pere Gabriel, Dolors Marín, Xavier Díez y Claudio Venza).
Esta pluralidad
del anarquismo no debe confundirse con un cajón de sastre en
el que todo cabe y todo vale, pues durante la Guerra Civil española
se puso en marcha un proceso revolucionario coherente (analizado en
la comunicación presentada por Matías Vargas) y que se
sometió a debate en la Mesa Redonda del domingo, en la que intervinieron
Alejandro Díez, José Luis Gutiérrez Molina, Jaime
Pastor e Isidro Sánchez, moderados por Manuel Vicent Balaguer.
Ante todo,
queremos agradecer la presencia de ponentes y comunicantes que hicieron
un importante esfuerzo personal por acudir al Congreso:
compatibilizando
horarios, olvidando enfermedades, superando distancias; también
queremos reconocer la colaboración de Arturo Madrigal, que una
vez más diseñó el cartel, y de la Fundación
Anselmo Lorenzo. Nos gustaría resaltar la presencia del centenar
de personas que acudieron a Guadalajara desde todos los rincones de
nuestro país para asistir a las sesiones del Congreso, y que
siguieron con atención las exposiciones de ponencias y comunicaciones
y que participaron con interés en los debates, muy ricos y vivos,
que en ocasiones se prolongaron más allá de lo razonable
en maratonianas sesiones que, afortunadamente, acabaron mucho más
tarde de lo previsto por los organizadores.
Pero tampoco
queremos dejar pasar por alto la falta de colaboración de los
medios de comunicación, especialmente los de la provincia de
Guadalajara, que informaron escueta y parcialmente sobre el Congreso
o, simple y llanamente, lo ignoraron. No suele ser común la celebración
en la capital alcarreña de reuniones de carácter científico
con una presencia tan nutrida de profesores universitarios de tan reconocido
prestigio o de investigadores llegados a propósito desde más
allá de nuestras fronteras, tal y como ya ocurrió el año
2001 con el Congreso sobre la figura de Francisco Ferrer Guardia. El
Grupo de Historia Social de Guadalajara lamenta que una vez más
se haya mezclado la orientación ideológica de los medios
de comunicación con una actividad cultural que, desde un primer
momento, se planteó como un punto de debate y encuentro y no
como una labor propagandística.