Anarquistas
francmasones en Asturias
Victor, Guerra
Miembro del Centro de Estudios Históricos de la
Masonería Española (CEHME) Universidad de Zaragoza
La
atracción entre movimientos que podríamos considerar,
o que se consideran, "heterodoxos" es más intensa cuando
carecen de un cuerpo doctrinal único o cerrado y de ahí
arrancaría la vinculación tan intensa que ha habido entre
masonería y librepensamiento o el movimiento libertario y la
masonería que comenzó en el siglo xix, y culminó
con la caída del régimen republicano y la represión
que desató sobre ambos el dictador Francisco Franco.
La presencia
de anarquistas en la masonería tiene mucha trascendencia, pues
diversos precursores, como Bakunin, llegaron a poseer el grado 32.º.
También se inició como masón J. P. Proudhon en
la logia Sincerite, Parfaite Unión et Constante Amitié
Réunis, o los hermanos Reclus (Eliseo y Elías). En el
ámbito catalán tendríamos a Anselmo Lorenzo iniciado
en la logia Hijos del Trabajo; Farga Pellicer, que regentaba la tipografía
La Academia; o el pedagogo Ferrer i Guardia, fundador de la Escuela
Moderna e iniciado en 1883 en la logia Verdad de Barcelona y que tomará
como nombre simbólico el de Zero.
En Asturias
esa atracción de los anarquistas por la masonería solo
se registra durante el primer tercio del siglo xx. Estos primigenios
libertarios van a ocupar sitial en la logia revistiéndose con
el mandil masónico, aunque en ocasiones su transcendencia irá
mucho más allá, prolongándose, como no podía
ser menos, en el movimiento obrero y también en el educativo
y social.
El patrimonio
de masones anarquistas en las logias asturianas es muy reducido, a expensas
de una posterior y profunda investigación sobre el tema, aunque
como punta de ese incipiente iceberg de los listados masónicos,
tenemos a destacados militantes como el maestro laico de la Escuela
Neutra y miembro del grupo específico Solidadridad, el periodista
Avelino González
(1), director del
periódico CNT, o el líder anarcosindicalista de la empresa
villaviciosina de sidra champanada El Gaitero: Cristóbal Cano
(2);
también tenemos al chófer del dirigente anarquista y Consejero
del Consejo Soberano de Asturias, Segundo Blanco, el villaviciosino
José Caveda Obaya, militante libertario inserto en los grupos
de acción específica de la Federación Anarquista
Ibérica (FAI), que en 1937 trabajaba en el seno del grupo Orto.
Puede parecer
sorprendente la presencia de los anarquistas en la masonería,
fenómeno éste que se circunscribe fundamentalmente al
ámbito catalán, donde hubo importante francmasones anarquistas,
como Anselmo Lorenzo, aunque Asturias tampoco se queda atrás,
donde la presencia ácrata ha sido importante.
La atracción de los anarquistas por la masonería habría
que tratarla desde dos puntos de vista:
1.º
El carácter anticlerical de la masonería, factor en un
momento dado aglutinante, puesto que la jerarquía católica
española, muy reaccionaria y tramontana, representaba la mayor
opresión y dominación de la clase obrera.
2.º
Por otro lado está la visión secularizada del mesianismo
de ambos colectivos que les lleva a trabar lazos en pro de constituirse
como una alternativa totalizadora, puesto que de alguna forma beben
de las mismas fuentes: la intelectualidad anarquista bebe del optimismo
filosófico de los ilustrados, que prepara al hombre, y la masonería
es heredera directa de la Ilustración, que entre otras cuestiones
pretende transformar la sociedad.
Esto fue,
en esencia, lo que arrojó en manos de la masonería a los
más importantes pensadores anarquistas que generaron dentro de
la orden cierta tensión por su, a veces, radicalismo, pero también
es cierto que las tensiones por la doble pertenencia no se dio tanto
en los talleres masónicos como en las propias filas anarquistas,
y su aportación podría decirse que ha sido realmente interesante.
Tanto es
así que Eleuterio Quintanilla, en una reunión del grupo
Orto de la FAI, al que pertenecía en 1937, defiende frente a
algunos planteamientos de compañeros, como Manuel Gómez
y Acracio Bartolomé, sobre la incompatibilidad de pertenencia
a la FAI y ser masón, que "sería bueno estar dentro
de ella pues conoceríamos muchas cosas por ser quien maneja los
hilos de la política internacional". El maestro Quintanilla
contesta que él ha sido masón, y que muchos grandes hombres
del anarquismo han sido masones -y se extiende en explicar lo que representa
el orden internacional y la masonería-. Finalmente "se acuerda
que no procede por el momento declarar la incompatibilidad de la FAI
con las Masonería"
(3).
Y así
hemos tenido a los renombrados anarquistas bajos los auspicios de la
masonería:
Eleuterio
Quintanilla: nacido en Gijón en 1886, se enrola en las filas
libertarias colaborando con el periódico Solidaridad Obrera en
1909 y un año más tarde funda con Ricardo Mella Acción
Libertaria; su pertenencia a la masonería data de 1917, año
en que se inicia de masón en la logia Jovellanos número
337 de Gijón y tomando como nombre simbólico el de Floreal,
aunque más tarde se le da de baja, en 1933, por falta de asistencia
y pago de las capitaciones. Aunque él mismo, en un informe que
realiza para la Comisión Depuradora de Organismos Civiles de
Asturias en julio de 1937, comenta que "ha sido hermano francmasón
desde 1914, y que lleva algunos años como durmiente
(4). Últimamente
tenía solicitado mi reincorporación al activo, que quedó
sin efecto por atenerse al reciente acuerdo nacional de la FAI respecto
a la francmasonería"
(5).
Avelino
González Mallada: su expediente es minúsculo y se recoge
en la Causa general 1555 de 1937 como masón miembro de la logia
Jovellanos, donde utilizaba el simbólico de Panurgo, llegando
a obtener el grado 4.º de Maestro Secreto. En una declaración
que realiza el alférez jurídico Ángel Colmeiro
del Tribunal de la Represión de la Masonería y el Comunismo,
Mallada comenta "que él había estado en la logia
el día anterior en la liberación de la ciudad".
A este gran luchador anarquista, que llegó a ser alcalde de Gijón,
le ha dedicado un extenso trabajo Ramón Álvarez Palomo
(6),
aunque su pertenencia a la masonería se recoge muy de pasada
y por confesiones de la propia familia de Mallada.
Avelino
González García
(7): periodista
y director del periódico CNT, fue iniciado en la logia Riego
número 2, el 21 de marzo de 1924, llegando a revestir el grado
de Maestro Masón (3.º) en octubre de 1927; tuvo intensa
actividad hasta 1930, dejando de concurrir con cierta frecuencia a partir
de 1932, como recoge un informe del secretario de la Gran Logia Regional
del Noroeste, López del Villar, que además comenta que
ha habido ciertos rozamientos entre los anarquistas masones y hermanos
de otras ideologías, que es de suponer que fueran los masones
reformistas que aún quedaban en las logias, y que serán
definitivamente expulsados cuando Melquíades Álvarez pacte
con la CEDA.
El resto
de los masones anarquistas asturianos que he consignado se pueden ver
en mi libro: La masonería en Asturias. (La francmasonería
en la Comarca de la Sidra), editado por KRK.
Queda pues
por dilucidar la pertenencia de más miembros de la masonería
al movimiento libertario y anarcosindicalista, y un tema interesante,
la posible relación que hubo entre los anarquistas que estuvieron
en el seno de las logias gijonesas y miembros masones que profesaban
otras ideologías, como Teodomiro Menéndez o el aún
republicano Melquíades Álvarez; cada uno en su organización
van a proponer la Alianza Obrera, y que tantos disgusto les costó
a Teodomiro o a Quintanilla. Decir al pairo de esto que tanto el líder
socialista, como el reformista Melquíades Álvarez eran
miembros de la logia Jovellanos, que trabajaba al oriente de Gijón,
y eran a su vez miembros patronales de la Escuela Neutra, en la cual
desarrollaron buena parte de su actividad como director Eleuterio Quintanilla
y Avelino González García como maestro.
1.
Algunos de éstos libertarios estaban insertos en los grupos de
la Federación Anarquista Ibérica (FAI): Eleuterio Quintanilla,
en el grupo Orto; y el alcalde Mallada, en el grupo Solidaridad.

2.
Hay constancia del paso de Cristóbal Cano por las oficinas masónicas
de la Asociación Masónica Internacional (AMI) en Francia,
y por la intendencia que monta la Gran Logia Regional del Noroeste,
(GLRN) en los valles de Barcino, con la caída del régimen
republicano, donde satisface sus obligaciones para con su logia, como
así se comprueba con la matriz de un resguardo de capitación
a la GLRN en 1938; tras esa pequeña estancia vuelve a entrar
en tierras francesas, donde entrega al Cónsul español
en aquella ciudad las 30.000 pesetas que había tomado de la Caja
de La Unión Obrera, para las operaciones de evacuación,
cuestión que siempre la historia local había ocultado,
para hacerle pasar por un vulgar ladrón.

3.
Acta del Grupo Orto del día 28-6-1937. Archivo Histórico
Provincial de Oviedo. Rollo 1233.

4.
Dado de baja a petición propia.

5.
AHN. Expediente personal 150/23

6.
Álvarez Palomo, Ramón: Avelino G. Mallada. (Alcalde anarquista),
edición del propio autor.

7.
ANH Expediente personal 220/53.
