José
Martínez: la epopeya de Ruedo Ibérico
Albert Forment
La
necesidad de investigar en el archivo de Ruedo Ibérico
Forment,
Albert, José Martínez: la epopeya de Ruedo Ibérico.
Anagrama, Barcelona. 2000,
689 págs.
Es
grato comprobar que se haya rescatado del imperante silencio posfranquista
la persona de José Martínez Gurrecabeitia, y su imprescindible
obra editorial, la cual recobra extraordinario valor dado el actual
momento político español. En el libro del historiador
Albert Forment quedan extraordinariamente reflejados los motivos de
la marginación de los Cuadernos de Ruedo Ibérico, tanto
desde el poder político posfranquista como por parte de aquellos
historiadores académicos de derecha o izquierda que a lo largo
de los veinte últimos años se han esforzado en encuadrar
el franquismo dentro de los límites de un régimen autoritario,
cuando en realidad lo que representó fue una variante más
de fascismo de acuerdo con las necesidades y aspiraciones del capitalismo
monopolista español.
A través
de la lectura del libro de Forment, nos podemos percatar de cómo
la llamada «transición política española»
con su partitocracia forjada desde y dentro del franquismo ha estado
dispuesta a hurtarnos a uno de los más importantes testimonios
de la oposición política de esos últimos cuarenta
años.
En efecto,
sin Ruedo Ibérico y sus archivos documentales depositados en
el IISG de Amsterdam casi podría decirse que resultaría
imposible podernos explicar el presente político español,
ahora con más urgencia que nunca, pues dada la actual coyuntura
político económica se impone la investigación de
los lastres históricos que tienen origen en la Guerra Civil hasta
el posfranquismo que culmina en la presente desmemoria y confusión
de la mayoría de las nuevas generaciones. Pienso que es urgente
esta investigación por constatar que los planes sobre el territorio,
la urbanización acelerada, ley de inmigración, racismo
galopante, sindicatos subvencionados por el Estado, poder judicial anclado
en los viejos vicios del franquismo, trasvases de ríos y privilegio
de unas comunidades sobre otras, corrupción política y
empresarial, mayoría absoluta del PP con Fraga como mentor vitalicio,
más los hijos de los ex ministros de Franco que ostentan el poder
que comparten con ex comunistas arrepentidos, así lo reclaman.
La virtud
del libro de Forment estriba en que ofrece las pistas para recuperar
ese pasado con las precisas hipótesis de trabajo que Pepe Martínez
ya exhausto y abandonado por todos había iniciado. Los documentos
existentes publicados, como son la aproximación a la figura política
de Santiago Carrillo, o los que precisan ser analizados para documentar
lo que fueron las oposiciones antifranquistas, (especialmente la marxista-leninista
y maoista) pueden conducir hasta el ensayo propuesto por Pepe Martínez
sobre la transición española y la responsabilidad del
PSOE en no haber incidido en la deuda que tiene el capitalismo español
por su apoyo a un régimen sanguinario como fue el franquismo
y sus sucesores convertidos hoy en demócratas de toda la vida.
Seguro
que Pepe Martínez era la persona con más conocimientos
para llevar a cabo esta tarea, pero de nada nos sirve lamentarnos de
que no haya podido ser así, a mi entender, quien quiera embarcarse
en esta investigación e interpretación de ese filón
documental que es el archivo Ruedo ibérico, cuenta con grandes
posibilidades de éxito y con ello se podrá hacer la necesaria
contribución para desenmascarar el tinglado de la política
española de esos veinticinco últimos años.
Insisto,
la situación política de España así lo reclama,
pues un país entre los diez primeros del mundo en PIB, cuenta
tan sólo con menos del 50% de la media de la comunidad europea
en cobertura de protección social y lo mismo ocurre con el salario
mínimo interprofesional y se halla a la cabeza en lo que se refiere
a inestabilidad y siniestralidad laboral, son efectos que no surgen
de la casualidad.
Pepe Martínez
publicó en 1979 un polémico trabajo titulado CNT: ser
o no ser, en el cual pretendía orientar a la organización
anarquista hacia los tiempos actuales y muy propio del momento histórico
en el que se vivía conocido por el desencanto político,
pero en el libro de Forment he encontrado una cita posterior del año
1980 de una carta dirigida a Carlos Peregrín Otero que merece
ser repetida, porque en definitiva expresa los objetivos de todo anarquista
de bien sobre todo después de 1989. Pepe Martínez dice:
«... Para mí el anarcosindicalismo no es un esquema para
organizar la sociedad futura -a lo que vanamente puede pretender el
anarcomunismo, pero ni siquiera vanamente el anarcosindicalismo- sino
una manera de luchar contra el capitalismo abriendo el horizonte de
la sociedad futura, de una sociedad futura solamente prejuzgada por
la impugnación de la sociedad actual...» pp. 558-559.
Eduard Masjuan